La primera referencia en cuanto a una Pericia en esta área se puede encontrar en Quintiliano, que en su Instituto Oratoria, del año 88, recomienda normas a ser seguidas por peritos.
En lo que a falsificación se refiere, la primera referencia se encontraría en el Derecho Romano en el cual aparece la Lex Cornelia de Falsis, relativa a la garantía de los testamentos.
En Francia: Los primeros vestigios de una Pericia en grafología fueron encontrados en 1370 en Pau y se proporcionan varias indicaciones para reconocer una falsificación.
Un acontecimiento relevante produjo la falsificación de la firma de Carlos IX, en un documento en que el soberano abdicaba del trono de Francia. El examen de este documento fue encomendado a los mas eminentes hombres de la época, dando lugar en 1570 a la "Comunidad de escritores Expertos Verificadores".
En Inglaterra: El caso de las cartas de María Estuardo, a la cual se le atribuyó la autoría de varias cartas dirigidas a Bothwel, antes de la muerte de Darnley, las cuales de ser auténticas, se deduciría que María Estuardo estuvo implicada en el asesinato de Darnley.
María Estuardo fue condenada a muerte a causa de las palabras insertas en la posdata de una de ellas. No obstante siempre negó la autoría de esa escritura. La pericia que se practicara determinó la autenticidad, sólo con endebles argumentos referenciados a la "ortografía", la "composición" y las "formas generales de la piezas".